La selección espera en Bahía el partido por el tercer puesto ante Italia. El viaje de los celestes se demoró porque el plantel se quedó mirando el desenlace del choque de semifinales entre españoles e italianos. El equipo no está confirmado ya que el técnico tiene dudas en la mitad de la cancha.
Uruguay ya está en Salvador de Bahía a la espera de su último partido en la Copa de las Confederaciones, el domingo (13.00) ante Italia. El viaje se retrasó 30 minutos porque la delegación se quedó mirando el alargue y los penales de la semifinal entre España e Italia.
La selección uruguaya se instaló en el hotel Deville, el que resulta mucho más cómodo que el hotel anterior donde Uruguay se hospedó antes del partido con Nigeria.
Los uruguayos se dividieron en los pisos 3 y 4 y se encuentran, como siempre, custodiados por un impresionante operativo de seguridad, con guardias a la salida de los ascensores y en el ingreso al predio.
El plantel descansó esta mañana. Al mediodía Diego Godín y Luis Suárez dieron una conferencia de prensa.
La selección realizó trabajos físicos en el gimnasio del hotel y por la tarde entrenó a puertas cerradas en el estádio Metropolitano de Pituaçu.
Según averiguó Ovación las dudas del entrenador están en la mitad de la cancha donde Diego Pérez y Walter Gargano podrían ingresar por Cristian Rodríguez y Álvaro González.
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