El plantel celeste se juntará en una sala especialmente acondicionada para observar el juego entre Italia y España, de donde saldrá el rival por el tercer puesto.
El día después de la honrosa derrota de Uruguay ante Brasil fue muy distendido. Los futbolistas que jugaron tuvieron libertad para despertarse y bajar a desayunar a la hora que quisieran, en tanto los que no actuaron se fueron a entrenar.
"¿Sabés lo que más bronca da? Que contra Brasil nuestro arquero ni siquiera fue la figura", dijo un integrante de la delegación celeste en las típicas charlas de lobby. Y fue así. Uruguay perdió pero se fue con la frente alta, dejando la sensación de que no fue menos que el local.
El grupo al que le tocó trabajar partió a media mañana rumbo al estadio de Independencia para realizar fútbol en espacios reducidos. Luego almuerzo, descanso y encuentro previsto para la hora 16 en una sala especialmente acondicionada. ¿El motivo? Italia-España.
Uruguay conocerá esta tarde su rival en el partido por el tercer puesto y, antes de la partida hacia Salvador de Bahia a la hora 20, el grupo se junta para observar el juego en forma conjunta.
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